Deformidades de la pared torácica
Las deformidades de la pared del tórax comprenden un amplio abanico de enfermedades, que tienen en común algún tipo de alteración en el desarrollo o la morfología del tórax. Pueden ser congénitas (de nacimiento) o adquiridas (aparecer después de infecciones, cirugías previas…).
Como el espectro es tan amplio, puede haber anomalías que pasen totalmente desapercibidas y que, por lo tanto, no requieran de tratamiento alguno, u otros que provoquen algún tipo de defecto estético o funcional y que sí requieran de él. A pesar de esto, no todas requieren de tratamiento quirúrgico.
Las patologías más tratadas en el servicio son el pectus excavatum y el pectus carinatum.
El pectus excavatum provoca un hundimiento del esternón que, si es muy evidente, se puede tratar quirúrgicamente. El Servicio de Cirugía Torácica utiliza la técnica de Ravitz modificada, que consiste en una incisión vertical a nivel del esternón con resección (extracción de una parte) de los cartílagos costales afectados y fijación posterior con unas barras de titanio o con puntos.
El pectus carinatum, en cambio, provoca la protrusión de los cartílagos costales o del esternón y la técnica quirúrgica consiste en su resección.