Diagnóstico de la infección y de la enfermedad tuberculosa
La tuberculosis es un problema sanitario en todo el mundo. Según la OMS, en el año 2012 había 8,6 millones de enfermos y se produjeron 1,3 millones de muertos. En los últimos años se ha complicado todavía más su tratamiento por la irrupción de troncos de la bacteria multi y extremadamente resistentes: en 2012 se produjeron 450.000 casos de multiresistencia, un 9,6% de los cuales eran extremadamente resistentes.
La correcta identificación de los casos de tuberculosis, con caracterización del patrón de resistencia de las cepas, es una herramienta imprescindible para el éxito en la lucha contra esta enfermedad. Para el diagnóstico de la infección, el laboratorio está en disposición de hacer las pruebas de IGRAS, la sensibilidad y especificidad de las cuales es un activo importante del proceso. En los últimos años se han podido implementar sistemas de detección de ácidos nucleicos que, a su vez, detectan el bacilo tuberculoso y su resistencia a la rifampicina. Estas pruebas, de resultado muy rápido, permiten iniciar o reconducir el tratamiento antituberculoso rápidamente, y, así, contribuyen a su éxito.